Visitar el Empire State Building es una de las atracciones imperdibles al visitar Nueva York. La majestuosa maravilla arquitectónica que se alza sobre el horizonte de la ciudad es mucho más que un simple rascacielos. Su imponente presencia y su rica historia lo convierten en un ícono que trasciende el tiempo y la cultura.
Esta increíble estructura, que en su momento supo ser el edificio más alto del mundo, ofrece a los visitantes una experiencia única que combina la emoción de la altura con una vista panorámica incomparable de la ciudad que nunca duerme.
Visitar el Empire State: por qué no puede faltar en tu itinerario en la Gran Manzana
Situado en la legendaria Quinta Avenida, en Midtown, Manhattan, el Empire State Building es uno de los grandes íconos de Nueva York. Con 102 pisos y una altura de 381 metros, es una visita obligada para todo aquel que viaje a la ciudad.
Diseñado por el estudio Shreve, Lamb and Harmon al estilo Art déco y construido entre 1930 y 1931. Fue el primer edificio con más de 100 pisos de altura y la construcción más alta del mundo por 40 años.
Su fachada fue construida con más de 5,700 m3 de piedra caliza y granito y 650 toneladas de aluminio y acero. Se calcula, que el edificio pesa 331,122 toneladas y en su interior cuenta con más de 1886 km de cables de ascensor y tiene capacidad para 20,000 residentes y 15,000 visitantes.
A la vez, el edificio fue nombrado como una de Las Siete Maravillas del Mundo Moderno por la Asociación Americana de Ingenieros Civiles e incluido en el primer lugar de la Lista de los Favoritos Arquitectónicos de American Institute of Architects.
A pesar de todas las cosas mencionadas anteriormente, si algo se destaca al visitar el Empire State son sus vistas. Desde el observatorio se puede apreciar, básicamente, toda la ciudad (incluso se pueden ver 6 estados: Nueva York, Nueva Jersey, Pensilvania, Connecticut, Massachusetts y Delaware).
El Mirador del piso 86 ofrece vistas panorámicas de 360º de la ciudad y sus barrios (como Queens y Brooklyn) con un área al aire libre y un área cerrada. Dieciséis pisos más arriba se encuentra el Mirador del piso 102, que permite a sus visitantes disfrutar de vistas que abarcan hasta 128 kilómetros a través de sus ventanales de piso a techo.
Además, los amantes de la historia no pueden dejar de visitar las exposiciones de los pisos 2 y 80, las cuales, con apoyo de una audioguía gratuita, transportan a los visitantes a distintos momentos para descubrir la historia e identidad del edificio.
Cada una de sus exposiciones ofrece perspectivas distintas del edificio, explorando una gran diversidad de temas, que van de la construcción y el día de la inauguración hasta los mecanismos de ahorro de energía, las celebridades que han visitado el lugar, el funcionamiento de los elevadores, los atractivos de la ciudad y más. Una que se destaca es la exposición de King Kong, inspirada en la gigantesca criatura de la película de 1933.
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