Vacunas y precauciones en tu viaje a Brasil

Una de las principales preocupaciones de todo viajero al visitar otro país es el cuidado de la salud. Qué se debe tener en cuenta en un viaje a Brasil.

Se acerca el período de vacaciones y muchos ya comienzan a planificar los días que se ausentarán del trabajo, seleccionar el destino y arreglar pasajes y estadías. Sin embargo, dependiendo del destino hay más preparativos a tener en cuenta para poder pasar un verano entretenido y seguro. Hoy te contamos qué hay que tener en cuenta para encarar un viaje a Brasil.

A quienes elijan países tropicales se les recomienda averiguar sobre las condiciones sanitarias de las enfermedades llamadas endémicas

Viaje a Brasil

Una de las principales preocupaciones de todo viajero al visitar otro país es el cuidado de la salud. Los cambios de clima, de ambiente y hasta de alimentación pueden significar riesgos para los que nuestro organismo no está preparado.

El gobierno de Brasil no exige a los turistas ninguna vacuna obligatoria para entrar al país

Para ingresar a Brasil solo debe presentarse el certificado de vacunación completa contra el COVID-19 ante la aerolínea responsable del vuelo.

Sin embargo, por su gran extensión, hay que tener en cuenta que para viajar Brasil hay que tomar precauciones según el destino que se va a visitar, ya que cada región tiene sus características.

Vacuna contra la fiebre amarilla

Hace algunos años se exigía la vacuna contra la fiebre amarilla. Afortunadamente, las zonas urbanas están libres de esta enfermedad desde hace décadas. Sin embargo, para viajar  a las zonas rurales y selváticas donde la enfermedad es endémica, se recomienda con énfasis estar vacunado contra la fiebre amarilla. De hecho, las autoridades argentinas piden a sus pobladores que viajan a las zonas de frontera un certificado de vacunación, para evitar la propagación de la fiebre amarilla por contagio.

La fiebre amarilla se transmite por la picadura de un mosquito y no se contagia entre personas

Las zonas de riesgo de fiebre amarilla son el Amazonas, el Mato Grosso, el interior de Minas Gerais, Paraná, Maranhao, Acre, Amapá, Tocantins, Rondônia, Distrito Federal, Goiás, Pará y Roraima. También es conveniente vacunarse si se viaja al oeste de los estados de Piauí, Santa Catarina y São Paulo y Rio Grande do Sul.

Para ser realmente efectiva, la vacuna debe aplicarse 10 días antes del viaje a la región de riesgo. En las ciudades brasileñas (incluso las localidades pequeñas) hay puestos de salud donde se brindan vacunas gratuitas. También es posible encontrar puestos de vacunación en las terminales de ómnibus y aeropuertos.

Los principales síntomas de la fiebre amarilla son la fiebre alta, dolor de cabeza, dolores musculares intensos, fatiga, escalofríos, ictericia, diarrea y vómitos. Ante cualquier síntoma, consultar de inmediato un médico para hacer el diagnóstico mediante pruebas de laboratorio. La hospitalización inmediata es lo evita que la enfermedad siga avanzando, ya que no existe un medicamento específico contra la dolencia.

Dengue

Aunque la fiebre amarilla suele causar más preocupaciones entre los turistas, su incidencia es mucho menor que la del dengue. Esta enfermedad también se transmite mediante la picadura de un mosquito (el aedes aegypti) y sus síntomas son similares a los de la fiebre amarilla, incluyendo en ocasiones hemorragia nasal, manchas rojas en la piel y dolores de espalda.

La variante clásica de la enfermedad es altamente curable, pero la hemorrágica tiene un elevado índice de mortalidad. La inmediata consulta médica es fundamental para evitar que la enfermedad tome la forma hemorrágica.

El principal agravante del dengue es su presencia en casi todo el territorio brasileño, tanto en áreas urbanas como rurales. La presencia del dengue aumenta en los meses de verano y los ciclos de lluvia, ya que se reproduce en zonas de agua estancada en mal estado. Es por ello  más frecuente en zonas con saneamiento deficiente donde se utilizan métodos tradicionales de acumulación de agua.

Lamentablemente no existen vacunas ni profilaxis contra la enfermedad, pero pueden tomarse medidas para evitar ser picado por el aedes aegypti: usar repelente sobre la piel y la ropa, usar camisetas y pantalones largos en zonas de alto riesgo, no dejar agua depositada durante varios días.

El mosquito del dengue tiene un aspecto particular: es pequeño, de patas largas, de color oscuro y con rayas blancas en el cuerpo.

Es conveniente siempre informarse en cada ciudad sobre la situación del dengue (la incidencia varía año a año) para tomar las medidas adecuadas en cada caso, sin alarmarse.

Estar informado es siempre la mejor precaución

La malaria

La malaria (también llamada “paludismo”) es una enfermedad presente en la región amazónica, transmitida por un mosquito. Lógicamente, deben prevenirse quienes viajan a Manaus y el interior de la selva, sobre todo si se van a pasar varios días en medio de la Amazonia. Otras zonas de riesgo son Acre, Pará (salvo Belém), la zona occidental de Maranhão, el norte de Mato Grosso, Tocantins y Rondônia.

No existen vacunas contra la malaria, pero sí hay medicamentos profilácticos tomados vía oral. Para realizar estos tratamientos es fundamental consultar al médico, ya que pueden tener contraindicaciones.

Al igual que con el mosquito del dengue, la mejor forma de protegerse de la malaria es evitar las picaduras. No todos los insectos transmiten la enfermedad, por lo que no hay que alarmarse ante una picadura. Ante la aparición de síntomas (fiebre, escalofríos, sudoración, vómitos, dolor de cabeza) consultar de inmediato a un médico.

Tratada a tiempo, la malaria es perfectamente curable, y en efecto millones de personas que viven tranquilamente en las zonas de riesgo, con las responsabilidades que se toman ante cualquier otra enfermedad de contagio.

Otras enfermedades y medidas de prevención

Es de suma importancia tener cuidado con el agua corriente, ya que puede estar contaminada con infecciones como el cólera. Ya sea para beber, cepillarse los dientes o hacer hielo, se recomienda hervir el agua antes de consumirla. También debe ponerse atención en los lácteos de las áreas rurales, procurando siempre que estén pasteurizados. Las frutas deben pelarse y lavarse antes de ingerirse, las verduras deben cocinarse y la carne, pescado y mariscos deben estar bien frescos al momento de su cocción.

Sobre todo al viajar con niños, hay que tener cuidado con la comida vendida en la calle, que puede causar malestares gástricos al  no estar el organismo acostumbrado a esos productos. Las medidas higiénicas de los restaurantes y supermercados aseguran una mejor calidad de los alimentos.

Siguiendo las pautas de prevención ante estas enfermedades y viajando con responsabilidad, no hay motivo para preocuparse

La paranoia solo conduce a la falta de disfrute: infórmate y aprovechá al máximo sus bellezas turísticas.

Fuente: viajeabrasil.com

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