
A las aplicaciones ya conocidas como Airbnb o Couchsurfing, se le suma un nuevo concepto, el Nightswapping.
Nigthswapping o trueque de noches, ofrece la posibilidad de no pagar alojamiento cuando viajás a cambio de ofrecer el mismo servicio.
En el mismo momento en el que un miembro de la comunidad se hospeda en una casa, el anfitrión gana noches que serán acreditadas en sus próximos viajes. Si el usuario no cuenta con la posibilidad de ceder camas, también se contempla la opción de adquirir noches entre 7 y 49 euros, dependiendo de la categoría del alojamiento.
Lo único que tiene que abonar el usuario son los gastos de reserva de 9,90 euros independientemente del número de personas, destino o duración
A diferencia de otras aplicaciones, Nigthswapping se caracteriza por estar compuesta por personas que no buscan un beneficio económico, sino disfrutar, aprender y compartir con otras personas las diferentes culturas y rincones que ofrece cada país, además de garantizar una cama o, incluso, un alojamiento completo en unas condiciones óptimas para el huésped.
Hay tres maneras de disfrutar de esto:
Hospedarse cuando el dueño también se encuentra en la misma vivienda
Intercambiar las casas en el mismo espacio de tiempo
Acudir a la casa del miembro de la comunidad cuando él no se encuentra en la misma
No hace falta intercambiar las casas, se puede ir a una casa y que el dueño no visite nunca la propia. Cuando alguien se aloja en la casa de uno, se acumulan noches para usar en esa o en otra casa.
"Poco a poco la plataforma va creciendo", explica Raúl Sánchez, responsable de Comunicación en España, y añade que "cada vez son más los que se apuntan a la herramienta del turismo colaborativo".
Nightswapping se desenvuelve en el mismo terreno de economía colaborativa que Airbnb, la líder del mercado, y de momento, crece a su sombra. Su comunidad, de 180.000 miembros está aún en crecimiento, con 50.000 usuarios en Francia y 35.000 en España. Disponen de 3.900 alojamientos en España.
Países como Francia o Italia llevan ventaja respecto a los demás y son las nacionalidades que más abundan entre los usuarios, debido a la confianza y conocimiento que se tiene del turismo colaborativo. En cambio los ingleses son los más reacios a probarlo.
Tanto anfitriones como viajeros pueden poner sus opiniones y experiencias con las que ayudan a otros miembros a elegir su mejor opción.
Ganas de viajar y "la noche" como moneda virtual es todo lo que se necesita para vivir esta experiencia.