Madrid: la vuelta al mundo en el Barrio Lavapiés

El barrio Lavapiés es uno de los lugares más bellos de Madrid. A un paso de los principales atractivos de la ciudad, es un rincón lleno de magia que no te puedes perder.

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Actualizado: 28 de septiembre de 2022

La diversidad cultural, con su multiplicidad de colores, sabores y olores, es una de las principales características del barrio de Lavapiés, uno de los rincones más bellos y antiguos de Madrid. Es el lugar que enamora al turista urbano, deseoso de conectar con la esencia de un lugar y degustar las costumbres que definen su ADN.

La mezcla de etnias y culturas hace de Lavapiés un barrio único, capaz de enamorar al turista como ninguna otra ciudad. Sus callecitas, sus adoquines y los pocos minutos que lo separan de los lugares icónicos de Madrid lo convierten en el barrio predilecto de los turistas

Se dice que conviven más de 88 nacionalidades en un marco donde se desarrollan numerosas actividades culturales y donde podrás probar los más diversos platos en bares y restaurantes. Su historia es atrapante y fascinante.

Barrio Lavapiés

El barrio de Lavapiés toma su nombre de una calle, una plaza y una estación de metro. Se dice que hasta el siglo XV fue la judería de Madrid. Barrio humilde desde sus inicios, en los últimos años ha vivido una eclosión cultural que lo ha hecho atractivo para profesionales liberales atraídos por su ambiente bohemio.

107 calles plagadas de restaurantes internacionales, bares y tascas, 14 teatros con más de 1000 funciones anuales, galerías de arte y la Filmoteca. Pero Lavapiés tiene, sobre todas las cosas, vida propia

Historia del Barrio Lavapiés

Dice la historia que Lavapiés fue, en tiempos pasados, el barrio judío de Madrid, donde su principal centro de acción y reunión era la Sinagoga, la cual estaba ubicada en el solar donde hoy se encuentra la Iglesia de San Lorenzo.

En el siglo XV, y tras la expulsión de los judíos, algunas familias se vieron en la obligación de convertirse al catolicismo para mantenerse con vida.

Es interesante señalar que más de cinco siglos después en este barrio hoy conviven en armonía diversas culturas, cada una portando su credo y sus costumbres, lo cual se nota claramente en la indumentaria de sus transeúntes

El nombre Lavapiés

De aquella época medieval, el barrio obtuvo su nombre: se dice que en la plaza central del barrio existía una fuente en la que los judíos llevaban a cabo la ablución y se lavaban los pies antes de entrar al templo.

Gastronomía de aquí y de allá

Los restaurantes españoles de toda la vida conviven en Lavapiés con restaurantes de más de una veintena de orígenes, en una convivencia que refleja el carácter dual de un barrio tan castizo como cosmopolita.

  • Los amantes de la cocina norteña la encontrarán en Casa de Asturias, restaurante con una de las terrazas más solicitadas de la Costa Argumosa.
  • Melos’s es un clásico de la comida informal, en este caso de inspiración gallega y con las ‘zapatillas’ como bandera.
  • La Caleta es una casa de comidas gaditana: cazón adobado servido en cucurucho de papel a la manera de Cádiz.
  • El Boquerón, local castizo con aires andaluces y paredes de baldosa.
  • En Lamiak, pintxos, cañas y vinos como en Lo Viejo de San Sebastián.
  • Mariscos y pescados reinan en la carta de Perlora que los recibe a diario de lonjas de todo el país.
  • Para quienes reniegan de las carnes, Oveja Negra Taberna Vegana es un reconocido templo consagrado a mayor gloria de los vegetales.

El Traveling Bar

Es un clásico de la noche madrileña en el barrio de Lavapiés, que lleva casi una treintena de años sin hacer ningún tipo de concesión, ni a la moda ni a las corrientes del barrio. No se ha dejado arrastrar por las etiquetas bohemias que predominan en el entorno y se mantiene fiel a sus orígenes de clara inspiración cinéfila.

Abrió sus puertas en plena época de la movida madrileña y aún conserva en las paredes de su sala un espacio preferente para dar salida, a través de exposiciones, a una larga lista de espera de artistas fotográficos.

Es un bar que se deja mecer a ritmo de blues, de soul o de jazz, y en el que es fácil encontrar rostros conocidos

El Travelling Bar es conocido por sus miércoles de swing, donde a partir de las 22:00 puedes disfrutar de clases de baile gratis.

Los fines de semana tiene un cariz diferente y es más que probable que a uno le resulte dificultoso moverse. Colorido y con una decoración a base de motivos cinematográficos: carteles y fotografías de películas memorables hacen de él un local entrañable.

Horario: de 21 a 3 hs en la semana y viernes y sábados hasta 3.30 hs.

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